martes, 24 de marzo de 2015

Honda (o tirachinas)

No recuerdo bien cómo salió el tema, pero hace unas semanas mi mujer me estaba contando una historia relacionada con una honda, me hablaba y no terminaban de encajar las piezas, después de algunas preguntas y respuestas comprendí que me estaba hablando de un arma de juguete con unos palos en goma de Y y una goma elástica para lanzar piedras. “Acabáramos, me estás hablando de un tirachinas” “No, en Chile es una honda” “¿Cómo va a ser una honda? Si la honda es lo que usó David contra Goliat, que lanzaba las piedras haciéndolas girar, sin palo ni gomas” “Te digo que en Chile se llama así.”
Honda en Chile, tirachinas en España

jueves, 19 de marzo de 2015

Encachado

Una de las palabras que más he escuchado en Chile es encachado. No, no es que me la digan a mí, pero comparto muchas horas con mi suegra y no duda en definir así a ciertos artistas y personajes de televisión. 
Benjamín Vicuña, harto encachado
Foto de Jorge Barrios

viernes, 13 de marzo de 2015

Zapallar

Hoy voy a hacer algo rompedor, voy a homenajear una comuna que cumple su nonagenonovenisario o algo así. El año que viene veréis notas celebrando el centenario de Zapallar, pero yo me voy a adelantar y voy a celebrar sus 99 años. Y es que el 14 de marzo de 1916 Zapallar obtenía su acta de comuna.
 
Zapallar, foto de Michael Lejeune

miércoles, 11 de marzo de 2015

Coño

Como os comentaba hace unas semanas, estuve leyendo la novela de Miguel Delibes Diario de un emigrante en que un español va a Chile a buscar una mejor vida en los años 50 del pasado siglo. En uno de sus primeros días en Chile anota esto en su diario:
A la tarde me llegué al Consulado. De regreso me colé en un bar y el cipote del mostrador de que me oyó hablar me salió con que ¡pucha, un coño! Ya le dije que sin ofender y el torda recogió velas y que había querido decir español. Le hice ver que tampoco eran formas, vamos, y él, de buenos modos, que es un decir, porque coño es la primera palabra que los españoles tenemos en la boca. Le aclaré que eso, como todo, es cuestión de educación, y que a mí no me gusta hablar mal por la misma razón que no me peta andar desaseado. El gilí se dio a razones y dijo que pagaba un trago y que disculpase y que qué quería decir, pues, la palabra esa. Le expliqué y soltó el trapo y me salió que de dónde era y se lo dije y le pregunté su nombre y salió con que Lautaro y le dije, entonces, si eso era un alias o nombre cristiano. El mandria se reía las muelas y porfió que en Chile todos se llaman así.