Empiezo pidiendo disculpas por la ausencia del blog en
los últimos días, entre las vacaciones de semana santa y luego retomar los
temas que vas dejando durante los días de vacaciones, unido con que mi suegra
está de vuelta en tierras chilenas, y que todo hay que decirlo, nos ayuda
caleta se me han ido los días sin poder dedicar un rato al blog. Por cierto,
hoy es el cumpleaños de mi suegra, y como buena republicana, la felicito desde
el blog.
Espectadores de cine en el Teatro Carrera, 1926 Biblioteca Nacional de Chile |
Acá todo quisque le dice al cine biógrafo. ¡Qué cosas! ¡También son ganas de hablar por hablar! Claro que con esto de las palabras no hay razones pero llamarle al cine biógrafo parece una coña, como yo digo. Vimos una película que está bien traída, pero en extranjero y con carteles debajo.
Hoy ya nadie usa biógrafo como sinónimo de cine y
probablemente las nuevas generaciones ni siquiera hayan conocido el término, sin
embargo hay un cine que le rinde su homenaje y retoma este término chileno para
ofrecer películas de autor, o como las llaman en Chile cine arte (en
contraposición del cine comercial, el de palomitas). Perdón, que en Chile no se
comen las palomas, sino las cabras, y es que al maíz tostado lo llaman cabritas
en lugar de palomitas, como hacemos en España. (Por cierto, más apropiado
puesto que el maíz al tostarlo no vuela como las palomas sino que salta como
las cabras, hay que darles la razón).
Cabritas o palomitas Foto de Destinyschilde |
Recordamos que la novela de Delibes está situada en los
años 50 y biógrafo era de uso común, sin embargo en los 80 se instala este cine
y ya no se usa biógrafo (porque a nadie se le ocurriría llamar a su cine “Cine”
o a su panadería “Panadería” o a su zapatería “Zapatería”, sería redundante y
confuso). Así que entre los 50 y 80 el término cayó en desuso.
Buscando un poco
me he encontrado con una interesante investigación de Pedro Lira Urquieta en su
libro Estudios sobre vocabulario (1973), disponible en
Memoria Chilena para quien quiera leerlo. Seguro que a muchos seguidores de este blog les encanta.
Si abrimos el léxico oficial y buscamos el vocablo "biógrafo" lo encontraremos con esta definición: el escritor de vidas particulares. Los libros o estudios que escriben los biógrafos se denominan biografías. La palabra tiene origen griego y figura ya en el Diccionario de Autoridades. En la nueva edición del léxico se mantiene la definición que se ha dado. Pero ocurre que en Chile la palabra tiene dos acepciones, la oficial, que llama así al escritor de biografías, y otra muy distinta, la que se refiere al cinematógrafo. Se dice "ir al biógrafo", "me agrada el biógrafo". Es posible que antes se empleara más esta segunda acepción, pues ahora tiene mucho uso la voz "cine". En la mayor parte de los libros chilenos de vocabulario no hemos hallado esta segunda acepción. No aparece en Medina ni en Ortúzar ni en Echeverría ni en Yrarrázaval. Tampoco la consideran los autores de Diccionarios de Americanismos como Malaret, Santa María y Morinigo. Los colombianos no han de emplearla, pues no aparece en los textos de Restrepo y de Flórez. Pero Román se ocupa del problema. La explicación que da de esta segunda acepción de la voz "biógrafo" la estimamos ingeniosa. Después de reproducir la definición de biógrafo, el escritor de biografías, agrega: "Pero he aquí que han aparecido otros interesados arrogándose también el mismo nombre; y son los que por medio del cinematógrafo exhiben hechos o acciones de personas". Juzga Román que etimológicamente no hay usurpación, que estas personas del cine realizan verdaderas biografías representando en la pantalla gráficamente lavida de algunas personas. Con todo, cree preferible buscar un vocablo que los designe reservando la palabra "biógrafo" para los escritores. Se habrá observado que en la época de Román, un poco más de medio siglo atrás, la palabra "biógrafo" no significaba el local, el teatro, sino que se refería a los artistas del cine; hoy la empleamos con el significado de cine y los artistas no son llamados biógrafos sino cineastas. Este último vocablo ya aparece en el léxico oficial y con una acertada definición.
En el Diccionario Espasa encontramos que la voz "biógrafo" tiene dos acepciones, la oficial y la que estamos analizando. Pero no se dice que esta última acepción constituye un barbarismo. En cambio en el Pequeño Larousse se afirma que constituye un barbarismo usado en América. Al no encontrar el término en los Diccionarios de Americanismos llegamos a pensar que sólo en Chile tenía uso. Mas no es así. En el interesante Diccionario Uruguayo que ha venido publicando la Revista Nacional de Montevideo se afirma que la palabra "biógrafo" significa también cinematógrafo. Trae citas de tres buenos novelistas uruguayos que la emplean con este segundo significado. Nos agradaría saber si este uso se extiende a otros países americanos de lengua española.
No sé si
Lira obtendría respuesta, ¿algún lector no uruguayo, español o chileno que use
o recuerde a sus padres o abuelos usar el término biógrafo para referirse al
cine?
Buen aporte cinemátográfico!
ResponderEliminarEn Concepción les decimos "palomitas" :)
ResponderEliminarNuestros abuelos usaban el término "biógrafo",para referirse a la sala de cine. Nosotros " teatro" y después "cine".
ResponderEliminarNuestros abuelos usaban el término "biógrafo",para referirse a la sala de cine. Nosotros " teatro" y después "cine".
ResponderEliminar"En los tiempos de Clemente Colling" de Felisberto Hernández, contiene al menos una referencia al "biógrafo Olivos" una sala de cine del Montevideo de la época.
ResponderEliminarSoy uruguaya y recuerdo de mi niñez en los años 50, decir «vamos al biógrafo» gracias por este blogger, muy interesante
ResponderEliminarEn Argentina también se usaba antiguamente "Ir al biógrafo" por ir al cines.
ResponderEliminarMuy bueno tu blog me alegra que pueda aprender gracias por la info de las cabritas
ResponderEliminarSí, mi Papá llamaba "Biógrafo", al Cine. Decía. "Vamos al Biógrafo".
ResponderEliminarSoy Chilena, me llamo Olga Guzmán Reyes. Escribí el Comentario anterior y no puse mi nombre; por eso, lo estoy repitiendo. Mi papá le decía "Biógrafo" al Cine. Nos decía: "Vamos al Biógrafo". Pero él era una persona bastante mayor. A las Farmacias, les decía "Boticas".
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