lunes, 4 de mayo de 2015

Provisorio y entretenimiento

Después de pasar este fin de semana largo, puente o sándwich o como quieran llamarlo, voy a volver a usar a Lorenzo, el personajede Miguel Delibes, para ver el léxico chileno con otros ojos.

En uno de los pasajes del libro Lorenzo nos cuenta:
que estoy aquí provisional y que en este país lo que sobra son colocaciones. Así se lo planté a la mucama del segundo, que miraba sin dejarlo, como cachondeándose, y la gilí de ella me saltó con que si con provisional quería decir provisorio. De mal café la respondí que sería ella la que con provisorio quería decir provisional. ¡Vamos, que también gibaría que ahora me fueran a enseñar a hablar estos cipotes!
Olvidémonos del mal café de Lorenzo, si habéis seguido mi consejo de leer la trilogía de Delibes sobre este personaje ya sabréis que a la más mínima salta, y que se la ve la fuerza por la boca. Este es sólo un ejemplo de familias de palabras que se forman de manera distinta en Chile y España. Me entró la curiosidad por rastrear este término y ver qué me encontraba.

Provisional y provisorio vienen, igual que proveer y provisor, de provisión. Que antaño quedó definido como “la prevención de mantenimiento, u otras cosas, que se ponen en alguna parte, para que no hagan falta, ni se echen de menos”. Provisional era “lo que pone o manda interinamente”, es decir, se alude al carácter temporal de la provisión que se prepara sólo mientras es necesario.  Estas definiciones entran en el Diccionario de la Academia en 1803, aunque la primera traducción al francés la encontramos en 1705, provisionel, provisionelle.

Provisorio entra en el Diccionario de la Academia en 1985, y señala que en América es sinónimo de provisional. Sin embargo en otros diccionarios aparece mucho antes. En 1706 Steven los traduce al inglés como “belonging to the provisor or provisorship”, es decir, que pertenece al proveedor. En 1788, el diccionario de  Esteban de Terreros y Pando lo define como “que pide la pronta providencia, ó debe juzgarse con provision. Fr. Provisoire”, es decir, provisorio no era en esa época algo temporal, sino algo urgente. Sin embargo, en 1846 Vicente Salvá recoge este término y lo define como un neologismo que significa provisional.

Bien podría ser que ambos términos conviviesen en América y por similitud la gente confundiese uno con otro y provisorio pasase a ser provisional, pasando de ser algo urgente a algo temporal.

Otro término que es ligeramente diferente es el de entretención por entretenimiento. Es curioso, porque este término lo acabé adoptando y me ocurrió que hablando con una amiga española le dije algo así como “tendremos que buscar entretención” y me contestó que si quería decir entretenimiento. Ahí caí que este se había convertido en uno de los términos que ya no me llaman la atención por encontrarlos familiares.

Entretención aparece en el diccionario de José Alemany y Bolufer en 1917 como chilenismo y vulgarismo, y lo define como “entretenimiento, diversión, esparcimiento”. Entra en el diccionario de la RAE en 1925, que elimina su acepción vulgar y lo extiende a toda América. Entretenimiento, en cambio, aparece desde 1570 en las diferentes versiones de los diccionarios que la Academia usa en su web.


Así que espero que no paséis por este blog de forma provisoria y que encontréis suficiente entretención para seguir visitándolo. Si habéis reparado en otras palabras cuya morfología haya evolucionado de manera diferente espero vuestros comentarios.

5 comentarios:

  1. Hola, Pablo:

    Muchas gracias por compartir tus impresiones sobre el castellano hablado en mi país. Me gustaría mucho tener contacto contigo por correo electrónico. Soy profesora de castellano, mi tesina la hice sobre el español de Chile, fui profesora de castellano en el Instituto Nacional y ahora enseño español como segunda lengua aquí en Holanda. Espero que me contestes. Un saludo, Gemimah.

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  2. Muchas gracias por la explicación, soy venezolano y me resulta curioso como el modismo adoptado por los chilenos a ganado terreno, vivo en Chile y aún no me acostumbro a su forma de expresar las palabras incluso se molestan cuando los corrijo

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  3. Soy extranjero vivo en Chile hace tres años y los modismos chilenos simplemente hay que asimilarlos, en lo posible ser lo más coloquial posible sin dejar de ser decente al hablar.

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  4. El blog es bueno, ameno y bien construido. Se ve la mente científica detrás. Pero a mí como lingüista, si me gustaría hacer unos comentarios. En primer lugar, en Chile se habla muy mal en general. No sólo por el empleo de sus vocablos inventados, sino también por la cantidad de patadas a la gramática que se dan, el exceso de vulgarismo y la creación de palabras a partir de su fonética en otro idioma. "¿Cachai?".
    La RAE en los últimos tiempos ha cometido el gran error de admitir o incluir algunos términos que nunca antes se aceptaron , perdiendo así uno de sus lemas "limpia". No todo vale. El hecho de ser coloquial no le da corrección ni debería darle reconocimiento. Son muchas las barbaridades que se escuchan en Chile en el día a día en todos los ámbitos. El periodismo es culpable por su pésimo uso de la lengua. Los docentes son culpables por su nula enseñanza de la lengua, enseñan lenguaje. Otro intercambio de significado que para un chileno da lo mismo. Y así, constantemente. Patadas y patadas al idioma común que no reconoce tener dialectos.

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