lunes, 25 de noviembre de 2013

Toponimias de Chile: Archipiélago de Juan Fernández

Hoy se cumplen los supuestos 439 años del descubrimiento del archipiélago de Juan Fernández. Y digo supuestamente porque parece ser que no queda un registro claro de cuándo fue la primera vez que el marino de Cartagena (la de Murcia, no la de Chile) la divisó y se señala el 22 de noviembre de 1574 como la fecha oficial. Alcedo lo sitúa en 1563 y Solano en 1571. A pesar de ser un pequeño archipiélago compuesto de sólo tres islas que no llegan a sumar 100 kilómetros cuadrados y 900 habitantes, tiene una rica historia llena de eventos, algunos de ellos muy trágicos y recientes.
Bahía de Cumberland

Empecemos por su descubridor, Juan Fernández, que llegó a América del Sur a mediados del siglo XVI. Exploró la costa occidental del continente y experimentó en sus propias carnes la corriente de Humboldt, que es muy conocida en Chile y Perú y que a mí me sonó a chino la primera vez que la escuché, aunque como buen orgulloso en aquel momento me limité a asentir como si fuese algo en lo que era experto. Para aquellos que lo desconozcan la corriente de Humboldt es una corriente marina que fluye por la costa desde el sur de Chile  hasta Perú, lo que hace que la navegación hacia el norte sea mucho más rápida y también provoca que la costa chilena y peruana tengan un clima más frío que el que le correspondería por su latitud.

Corriente de Humboldt
Esta corriente provocaba que la navegación desde el puerto de El Callao hasta el de Valparaíso se demorase hasta seis meses. A Juan Fernández se le ocurrió que si se adentraba en el océano quizá pudiese evitar esta corriente, y estaba en lo cierto. Con la nueva ruta logró reducir la duración del viaje a un mes. Y en alguno de estos viajes descubrió  las islas de San Félix, de San Ambrosio y el archipiélago que lleva su nombre. No hay referencias claras pero parece ser que Fernández llegó a quedarse a vivir en una de las islas durante un tiempo, cual señor de las tierras, pero vivir en una isla desierta debe de ser bastante aburrido y volvió a la ajetreada vida de la colonia. También hay documentos que podrían indicar que Fernández llegó a Nueva Zelandia (Zelanda en España)  e incluso Australia.

Por su distancia de la costa chilena los españoles no le concedieron mucho valor y los piratas y corsarios aprovecharon para esconderse en ellas. En 1674 una expedición española tras ellos introdujo un gran número de perros para que acabasen con las cabras silvestres que servían de alimento a los bandidos. Por este motivo una de las islas se pasó a conocer como Isla de Perros (podían haberla llamado Canarias, pues el nombre de estas islas españolas viene de can –perro- y no de canario como muchos creen). Sin embargo el nombre de las dos islas principales se popularizó como Isla Más a Tierra e Isla Más Adentro Afuera (y ya sabemos que los marinos no se complican mucho a la hora de bautizar accidentes geográficos).

En 1703 el galeón Cinque Ports atraca en una de las islas tras varios enfrentamientos a barcos franceses y españoles (en el contexto de la Guerra de la Sucesión España y Francia eran aliados contra Inglaterra, Austria y los Países Bajos). El marinero escocés Alexander Selcraig discute con el capitán pues considera que el navío no es apto para navegar y deben repararlo en la isla mientras el capitán quiere seguir navegando. Selcraig se niega a subir a bordo y el capitán baja sus efectos personales a la isla. Cuando ve que su órdago ha fallado, Selcraig se arrepiente, pero el capitán no le deja subir al barco. Semanas más tarde el barco naufraga cerca las costas de la hoy Colombia y los supervivientes son apresados por los españoles.

Nuestro protagonista, al que en español se conoce como Alejandro Selkirk, permanece cuatro años y medio abandonado a su suerte, preso a su modo, hasta que otro barco pasa por la zona y lo rescata. Sobrevive primero gracias a la pesca, pero cuando los lobos y leones marinos acuden a la playa para aparearse se ve forzado a adentrarse en la isla y empieza a cazar cabras, primero con las armas de fuego que conserva, y cuando se le acaba la munición, con sus propias manos.

De vuelta en el Reino Unido Selkirk es entrevistado por algunos periodistas y por el comerciante, espía y agitador político Daniel Defoe. Mezclando las experiencias de Selkirk con la de Pedro Serrano, navegante español que vivió una experiencia similar en un banco de arena del mar Caribe, Defoe escribe la que es considerada la primera novela de habla inglesa: «La vida e increíbles aventuras de Robinson Crusoe, de York, marinero, quien vivió veintiocho años completamente solo en una isla deshabitada en las costas de América, cerca de la desembocadura del gran río Orinoco; habiendo sido arrastrado a la orilla tras un naufragio, en el cual todos los hombres murieron menos él. Con una explicación de cómo al final fue insólitamente liberado por piratas. Escrito por él mismo» (1719). Como tenemos esa manía de ahorrar tinta y saliva nos quedamos con Robinson Crusoe.

Vida y aventuras de Alexander Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe
Selkirk, que según los documentos que se conservan en Escocia debió de ser bastante pendenciero en su juventud, volvió a delinquir y seguramente debido a los problemas con la ley volvió a navegar y murió en uno de sus viajes poco después. A pesar del éxito de la novela Defoe también murió completamente endeudado.

A mediados del siglo XVIII los españoles construyen una fortaleza en la isla de Más a Tierra, y así acaba la historia pirata del archipiélago. Antes de finalizar el siglo el archipiélago se convierte en el paraíso de los barcos balleneros y loberos estadounidenses, dejando registro de millones de lobos marinos muertos.

Con la Independencia de Chile el archipiélago se convierte en el lugar ideal para desterrar a los opositores al gobierno. Hay constancia de prisión política tras el desastre de Rancagua (1814), en el gobierno de Diego Portales (1832), el de Pedro Montt (1908) e Ibáñez del Campo (1927-1931).

En 1966 el presidente Eduardo Frei Montalva cambia el nombre de las islas Más Atierra por Robinson Crusoe y Más Afuera por Alejandro Selkirk. La iniciativa la promovió la escritora uruguaya Blanca Luz Brum, que vivía refugiada en la isla Mar Más a Tierra tras ayudar a un preso argentino escapar de la justicia. Entre sus actividades políticas la artista  apoyó a Frei en su campaña electoral para ser presidente. Habló de su estancia en la isla en estos términos:

Huelo la brea y el alquitrán de los veleros y ya estoy en ella. Amanezco en la Isla. De las pequeñas casitas de los pescadores que palpitan en la hondonada y en los faldeos de la isla sube el primer humo de la cocina isleña, se oye también el golpe seco del hacha que parte la leña y algún lejano balido de viejas cabras de Robinson Crusoe. Un rumor permanente de agua que corre casi debajo de mi almohada y que desde hace siglos viene rodando desde la salvaje cumbre del Yunque, entre siglos de helechos y fósiles antiguos de perfumados sándalos. Todo aquí es milenario. Un resto de los seis primeros días del mundo
Blanca Luz Brum, foto de José Carlos Mariategui
En 1977 el archipiélago fue declarado reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco, especialmente debido a las especies endémicas de las islas que deben ser protegidas. Una de las especies únicas que habitan las islas es el picaflor rojo. No os riais que no se trata de un comunista que va de falda en falda, que es un ave en peligro de extinción.

En los últimos años el archipiélago se ha visto sacudido por dos tragedias. La primera fue por el terremoto de febrero de 2010. El terremoto ocurrió lejos de la isla y por lo tanto no fue percibido por la población. ¿Cuál es el problema? Pues que el terremoto causó un tsunami y las alertas fallaron, por lo que mientras los habitantes de las islas dormían el mar se recogía para volver con fuerza sin que la gente pudiese evacuar. Martina Maturana, una niña de doce años, fue la encargada de alertar a la población haciendo sonar el gong ubicado en la plaza del pueblo. A ella y su familia los había avisado un familiar que los llamó desde Chile continental. Esta niña probablemente salvó varias vidas.

Un año más tarde, en septiembre de 2011, un grupo de periodistas voló en un avión militar para cubrir la reconstrucción tras el maremoto del único municipio del archipiélago, San Juan Bautista. El avión abortó un primer intento de aterrizaje por el fuerte viento y antes de poder intentarlo por segunda vez se estrelló en el mar. Todos los tripulantes y pasajeros fallecieron, entre ellos el popular conductor (presentador) Felipe Camiroaga.

Hoy los habitantes de este archipiélago viven en este paraíso biológico de la pesca, especialmente de la langosta.

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