Palabra de Chile: Toponimias chilenas: Nombres de lugares curiosos (IV)

Seguimos con el tour turístico. He estado estos días profundizando en el Diccionario Geográfico de la República de Chile (1899) de Francisco Solano Asta-Buruaga y Cienfuegos y me he encontrado más nombres de lugares que nos invitan a recorrer el mundo.

Foto de Curimedia

Europa
En el artículo anterior habíamos recorrido Roma, El Vaticano y Polonia.

En esta ocasión podemos recorrer Inglaterra sin salir de la región de Magallanes. Empezamos por Coventry, cabo en la costa continental del estrecho de Magallanes, llamado así por su descubridor Juan Cóventry. Sarmiento lo llamó Punta de San Julián en 1580. También en Tierra de Fuego encontramos el cabo de Catedral de York porque el Capitán Cook encontró semejanza entre el cabo y el monasterio/catedral inglés en 1774. Y llegamos a la capital, Londres, que es una isla del archipiélago de Camdem. Curiosamente en Reino Unido Camdem es un barrio de Londres y en Chile se invierte el contenido y el continente. El nombre fue puesto por el explorador Fitz-Roy en 1829 en honor al Marqués de Camdem.

Llegamos a la Europa continental. Pero seguimos en la región de Magallanes. Podemos entrar por Holanda por el cabo del mismo nombre dado por su descubridor, Van Noort, en 1590. Seguimos visitando Hanover, nombre de una isla del archipiélago de la Madre de Dios. De nuevo Fitz-Roy junto con King son los autores del nombre, aunque no he encontrado la razón.

En Chacabuco se ubica la localidad de Montenegro, sin relación directa con la república que antes formaba Yugoslavia. El nombre viene por el apellido de su antiguo propietario. Y terminamos el recorrido europeo con la capital albana, Tirana, pueblo de Tarapacá famoso por la fiesta del mismo nombre.

Seguimos rumbo sureste para llegar a la antigua ciudad griega de Corinto, que en Chile es un pequeño caserío en Talca. Según el Diccionario Geográfico aquí hallamos molinos harineros, no pasas.

Asia
Cambiamos de continente a través de Turquía, caserío de la localidad de Rere, en la comuna de Yumbel. En el artículo del lunes ya habíamos pasado por Troya, y ahora seguimos el camino hasta la ciudad santa de Belén. Con este nombre encontramos una aldea en Arica, un fundo en San Carlos y una comarca entre Parral y San Carlos que se llamaba originalmente Huenuhuelén (del mapuche huenu, arriba, y huelen, estar al revés) y que deformó en Reino de Belén.

Oceanía
Llegamos a Australia a través del morro de Brisbane, situado en la isla de Henderson. El nombre se lo debemos al comandante inglés Weddell, que pasó por la isla en 1823 rumbo al Polo Sur y que nombró al morro con el apellido de un oficial de su tripulación, Mateo Brisbane.

Seguimos con el Archipiélago de la Reina Adelaida. Nos volvemos a tomar con el Beagle y con Fitz-Roy, que lo nombra así en honor a la mujer del monarca Guillermo IV de Inglaterra. La ciudad australiana se fundaría en la misma época y de nuevo en honor a la reina.

Acabamos con Australia visitando Sidney. Es una de las islas del archipiélago de Camdem. Nadie diría que de Sidney a Londres sólo hay unos pocos kilómetros.

Cambiamos de isla y visitamos la capital de Nueva Zelanda (Nueva Zelandia para los chilenos, y probablemente sea más correcto), Wellington, pues así se llama la tercera isla más grande de Chile tras la Isla Grande de Tierra de fuego y la Isla Grande de Chiloé. El nombre se lo dio el teniente Skyring en 1830.

América
Ya habíamos visitado anteriormente Canadá, California -sin olvidar Los Ángeles y San Francisco-, Florida, Mississippi, Panamá y Buenos Aires.

Esta vez recorreremos de norte a sur, empezando por Vancouver, que es (oh, sí de nuevo) una isla magallánica y cuyo nombre se lo debemos (oh, sí, otra vez) a Fitz-Roy, en homenaje al navegante Jorge Vancouver.

Nos adentramos en México para visitar Monterrey, un pequeño pueblo perteneciente a la comuna de Nacimiento. El nombre se lo dio Alonso de Rivera en 1605 en honor al Virrey del Perú. En 1617 los indígenas lo destruyeron.

Llegamos a la capital ecuatoriana, Quito, en la comuna de Parral, por deformación del original huechuquitu o huechuquito.

Terminamos nuestra vuelta al mundo llegando a Montevideo, que da nombre a un paraje de extracción de salitre en Iquique. Tuvo su propia estación de ferrocarril.

Creo que con esto termino con los topónimos más internacionales, pero me quedan más nombres de lugares curiosos.