"En esa casa no se podía rechazar un vaso o un plato sin ofender; pronto descubriría que ésa era una característica nacional en Chile, donde la hospitalidad se manifestaba obligando a los invitados a beber y comer más allá de toda resistencia humana."
Hija de la fortuna (Isabel Allende)
Me recuerda mucho a esto. Me hubiese venido bien leer el libro antes de ir a Chile por primera vez.
acá en Chiloé es quizá llevado al extremo y las abuelas sobre todo te arrastrarán el plato hacia el cuerpo diciéndote: come chico, come! no te engañes!
ResponderEliminarJeje, qué presión. Aquí en España, de todos modos, también son las abuelas las más interesadas en que uno coma.
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