Compramos la revista en el aeropuerto cuando íbamos a
volver de Chile en enero para que nuestra hija se entretuviese en el viaje. Ha
estado dando vueltas por la casa durante meses y la semana pasada me fijé en
ella cuando mi hija me enseñaba en cocodrilo. No me lo podía creer, ese anuncio
es buenísimo. Garrafont, cada gota es
diversión. Mis compatriotas deben de estar a estas alturas partiéndose de
risa. Los lectores chilenos o de otras países hispanohablantes se preguntarán
qué tiene de gracioso.
Lo explico. En
España se llama “garrafón” a la mala costumbre de adulterar una bebida
alcohólica para abaratar su coste. Te acercas a la barra del bar, pides un cubata, luego otro, y otro, y otro… al
día siguiente estás
con la caña (o la resaca) y le echas la culpa al garrafón. Y te acuerdas de
la madre del dueño del bar. La culpa no es de ninguna manera de la ingesta
excesiva de alcohol, sino de que la bebida estaba adulterada. Conozco a varias
personas que me dicen que siempre piden el whiskey más barato (DYC); dicen que
así se aseguran de que no es garrafón.
Garrafón viene del aumentativo de garrafa, supongo que
porque en los inicios de esta práctica de dar gato por liebre el dueño del bar
tendría el producto en un garrafa e iría rellenando la botella. Como refleja la
RAE, un licor de garrafa
se presupone de mala calidad.
Por si a los lectores chilenos les parece exagerado tener
un término propio para adulterar una bebida, sólo tienen que leer esta noticia
del periódico español 20 Minutos para darse cuenta de la magnitud de la
práctica. El
garrafón, más peligroso de lo que piensas. O pueden visitar esta web que se
dedica a denunciarlo: Guiagarrafon.com
Garrafont es un
producto de Bonafont, que en
realidad no es chilena sino una empresa mexicana. Supongo
que habrá algún blog tipo Palabra de México donde un españolito como yo ya se
habrá hecho eco de la curiosidad. La empresa es relativamente reciente, nació
en 1992 y se integró en el Grupo Danone
en 1996.
Lo curioso es que Danone
se fundó en España y cuando adquirió Bonafont sabría perfectamente las
connotaciones que Garrafont tendría para los españoles. Imagino que habrán
analizado bien el riesgo de cambiar el nombre del producto en México contra el
de la guasa española por el nombre. Danone entró en el mercado chileno hace
pocos años al adquirir Parmalat Chile e inscribió
la marca Bonafont nada más instalarse en Chile.
No es el primer caso ni será el último de un producto o
marca que resulta inapropiado en otro país. Hace un tiempo hablamos del caso
inverso, de los picos
de pan, que en Chile encontrarán gracioso, o de la Polla de Beneficencia.
Hay más casos en otros países, como los que recopiló este
blog de EL País.
Señores de Danone, no, a mi hija no le voy a dar garrafón.
Tampoco me imagino a un chileno comprándose un KIA Picanto (creo que se corresponde con el Morning). Al igual que también veo difícil que cierta marca china con presencia aquí en Chile. entre en España con el mismo nombre: me refiero a Geely (o lo mismo llegó?). Y qué decir de cementos TRANSEX...el restaurante Dominga....
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