Bahía de Cumberland |
Empecemos por su descubridor, Juan Fernández, que llegó a América del Sur a mediados del siglo XVI. Exploró la costa occidental del continente y experimentó en sus propias carnes la corriente de Humboldt, que es muy conocida en Chile y Perú y que a mí me sonó a chino la primera vez que la escuché, aunque como buen orgulloso en aquel momento me limité a asentir como si fuese algo en lo que era experto. Para aquellos que lo desconozcan la corriente de Humboldt es una corriente marina que fluye por la costa desde el sur de Chile hasta Perú, lo que hace que la navegación hacia el norte sea mucho más rápida y también provoca que la costa chilena y peruana tengan un clima más frío que el que le correspondería por su latitud.
Corriente de Humboldt |
Esta corriente provocaba que la navegación desde el
puerto de El Callao hasta el de Valparaíso se demorase hasta seis meses. A Juan Fernández se le ocurrió que si se
adentraba en el océano quizá pudiese evitar esta corriente, y estaba en lo
cierto. Con la nueva ruta logró reducir la duración del viaje a un mes. Y en
alguno de estos viajes descubrió las islas de San Félix, de San Ambrosio y el
archipiélago que lleva su nombre. No hay referencias claras pero parece ser
que Fernández llegó a quedarse a vivir en una de las islas durante un tiempo,
cual señor de las tierras, pero vivir en una isla desierta debe de ser bastante
aburrido y volvió a la ajetreada vida de la colonia. También hay documentos que
podrían indicar que Fernández llegó a Nueva Zelandia (Zelanda en España) e incluso Australia.
Por su distancia de la costa chilena los españoles no le
concedieron mucho valor y los piratas y corsarios aprovecharon para esconderse
en ellas. En 1674 una expedición española tras ellos introdujo un gran número
de perros para que acabasen con las cabras silvestres que servían de alimento a
los bandidos. Por este motivo una de las islas se pasó a conocer como Isla de Perros (podían haberla llamado
Canarias, pues el nombre de estas islas españolas viene de can –perro- y no de
canario como muchos creen). Sin embargo
el nombre de las dos islas principales se popularizó como Isla Más a Tierra e
Isla Más Adentro Afuera (y
ya sabemos que los marinos no se complican mucho a la hora de bautizar
accidentes geográficos).
En 1703 el galeón Cinque Ports atraca en una de las islas
tras varios enfrentamientos a barcos franceses y españoles (en el contexto de
la Guerra de la Sucesión España y Francia eran aliados contra Inglaterra,
Austria y los Países Bajos). El marinero
escocés Alexander Selcraig discute con el capitán pues considera que el
navío no es apto para navegar y deben repararlo en la isla mientras el capitán
quiere seguir navegando. Selcraig se niega a subir a bordo y el capitán baja
sus efectos personales a la isla. Cuando ve que su órdago ha fallado, Selcraig
se arrepiente, pero el capitán no le
deja subir al barco. Semanas más tarde el barco naufraga cerca las costas
de la hoy Colombia y los supervivientes son apresados por los españoles.
Nuestro protagonista, al que en español se conoce como Alejandro Selkirk, permanece cuatro años y
medio abandonado a su suerte, preso a su modo, hasta que otro barco pasa
por la zona y lo rescata. Sobrevive primero gracias a la pesca, pero cuando los
lobos y leones marinos acuden a la playa para aparearse se ve forzado a
adentrarse en la isla y empieza a cazar cabras, primero con las armas de fuego
que conserva, y cuando se le acaba la munición, con sus propias manos.
De vuelta en el Reino Unido Selkirk es entrevistado por algunos periodistas y por el comerciante,
espía y agitador político Daniel Defoe. Mezclando las experiencias de
Selkirk con la de Pedro Serrano,
navegante español que vivió una experiencia similar en un banco de arena del
mar Caribe, Defoe escribe la que es
considerada la primera novela de habla inglesa: «La vida e increíbles aventuras de Robinson Crusoe, de York, marinero,
quien vivió veintiocho años completamente solo en una isla deshabitada en las
costas de América, cerca de la desembocadura del gran río Orinoco; habiendo
sido arrastrado a la orilla tras un naufragio, en el cual todos los hombres
murieron menos él. Con una explicación de cómo al final fue insólitamente
liberado por piratas. Escrito por él mismo» (1719). Como tenemos esa manía
de ahorrar tinta y saliva nos quedamos con Robinson
Crusoe.
Vida y aventuras de Alexander Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe |
Selkirk, que según los documentos que se conservan en
Escocia debió de ser bastante pendenciero en su juventud, volvió a delinquir y
seguramente debido a los problemas con la ley volvió a navegar y murió en uno
de sus viajes poco después. A pesar del éxito de la novela Defoe también murió
completamente endeudado.
A mediados del siglo XVIII los españoles construyen una
fortaleza en la isla de Más a Tierra, y así acaba la historia pirata del
archipiélago. Antes de finalizar el siglo el archipiélago se convierte en el
paraíso de los barcos balleneros y loberos estadounidenses, dejando registro de millones de lobos
marinos muertos.
Con la Independencia de Chile el archipiélago se
convierte en el lugar ideal para
desterrar a los opositores al gobierno. Hay constancia de prisión política
tras el desastre de Rancagua (1814), en el gobierno de Diego Portales (1832),
el de Pedro Montt (1908) e Ibáñez del Campo (1927-1931).
En 1966 el presidente Eduardo Frei Montalva cambia el nombre de las islas Más Atierra por
Robinson Crusoe y Más Afuera por Alejandro Selkirk. La iniciativa la
promovió la escritora uruguaya Blanca
Luz Brum, que vivía refugiada en la isla Mar Más a Tierra tras ayudar a un
preso argentino escapar de la justicia. Entre sus actividades políticas la
artista apoyó a Frei en su campaña
electoral para ser presidente. Habló
de su estancia en la isla en estos términos:
Huelo la brea y el alquitrán de los veleros y ya estoy en ella. Amanezco en la Isla. De las pequeñas casitas de los pescadores que palpitan en la hondonada y en los faldeos de la isla sube el primer humo de la cocina isleña, se oye también el golpe seco del hacha que parte la leña y algún lejano balido de viejas cabras de Robinson Crusoe. Un rumor permanente de agua que corre casi debajo de mi almohada y que desde hace siglos viene rodando desde la salvaje cumbre del Yunque, entre siglos de helechos y fósiles antiguos de perfumados sándalos. Todo aquí es milenario. Un resto de los seis primeros días del mundo
Blanca Luz Brum, foto de José Carlos Mariategui |
En 1977 el
archipiélago fue declarado reserva
Mundial de la Biosfera por la Unesco, especialmente debido a las
especies endémicas de las islas que deben ser protegidas. Una de las especies
únicas que habitan las islas es el picaflor rojo. No os riais que no se trata
de un comunista que va de falda en falda, que es un ave en peligro de
extinción.
En los últimos
años el archipiélago se ha visto sacudido por dos tragedias. La
primera fue por el terremoto de febrero
de 2010. El terremoto ocurrió lejos de la isla y por lo tanto no fue
percibido por la población. ¿Cuál es el problema? Pues que el terremoto causó un tsunami y las alertas fallaron,
por lo que mientras los habitantes de las islas dormían el mar se recogía para
volver con fuerza sin que la gente pudiese evacuar. Martina Maturana, una niña de doce años, fue la encargada de alertar a
la población haciendo sonar el gong ubicado en la plaza del pueblo. A ella
y su familia los había avisado un familiar que los llamó desde Chile
continental. Esta niña probablemente salvó varias vidas.
Un año más tarde, en septiembre de 2011, un grupo de periodistas voló en un avión
militar para cubrir la reconstrucción tras el maremoto del único municipio del
archipiélago, San Juan Bautista. El avión abortó un primer intento de
aterrizaje por el fuerte viento y antes de poder intentarlo por segunda vez se
estrelló en el mar. Todos los
tripulantes y pasajeros fallecieron, entre ellos el popular conductor
(presentador) Felipe Camiroaga.
Hoy los habitantes de este archipiélago viven en este
paraíso biológico de la pesca, especialmente de la langosta.
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